Doceava visita a Asociación Patitas

En teoría, esta visita significaba la el cumplimiento del tercer mes del proyecto y por ende su culminación, pero las cosas no resultaron como esperábamos. Isabella no pudo asistir el día de hoy, por lo cual tuvimos que ir únicamente mi compañera Adriana y yo. Acordamos venir por una última vez la próxima ocasión, para así poder terminar el proyecto juntas, dicha resolución me alegró bastante en lo personal, puesto que acabar el proyecto por separado era una idea que me entristecía mucho. 

Cuando llegamos al local, decidimos seguir la misma agenda de siempre, primero limpiar los carriles de los perros para posteriormente salir al patio del refugio a jugar con los perros y limpiar. 

Algo que noté es que el ritmo de trabajo me recordó bastante a días anteriores, algo que tenía sentido puesto que nuestra amiga Adriana había sido incapaz de apoyarnos dos sesiones anteriores, y por ende, estaba desacostumbrada a esta actividad. Sin embargo, como yo ya estaba acostumbrada a realizar este trabajo los domingos, pude mantener el mismo ritmo de siempre. Nuestra cooperación permanente permitió que Adriana pudiera agarrar el ritmo de nuevo de manera relativamente sencilla, algo que me alegró bastante, pues evidenciaba que ya había conseguido experiencia suficiente en esta labor para poder transmitir aquellos conocimientos y habilidades adquiridas a mi compañera. 

Al finalizar el día, nos aseguramos de expresar todo lo relevante a Isabella de todos modos, para mantenerla informada de los avances del grupo y permitir que llegue la siguiente ocasión con una idea clara de lo que ya ha sucedido en esta visita, de modo que pudiera seguir aportando lo mejor de sí en su cooperación. 


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