Tercera visita a Asociación Patitas

El día de hoy mi compañera Isabella y yo realizamos nuestra tercera visita a , como parte de nuestro proyecto de CAS. Podemos decir que en esta ocasión el llegar al lugar fue mucho más sencillo, puesto que nos hemos acostumbrado al camino. 

Comenzamos el proyecto apenas llegamos, pues el señor Américo nos había estado esperando. De nuevo, empezamos a limpiar el local siguiendo la rutina de la vez anterior, usando lejía y enjuagando. El trabajo fue un poco más corto en esta ocasión puesto que el señor ya había comenzado antes que llegáramos. Tuve en consideración el ritmo de trabajo que tuvimos la ocasión anterior, en especial al darme cuenta que mi velocidad al limpiar no era tan efectiva como la de mi compañera, principalmente porque no tengo mucha fuerza en los brazos; me basé en esa realización para decidir esmerarme más en este aspecto, asegurándome de exigirme más a la hora de limpiar, a pesar de no ser tan fuerte de por sí, para demostrar un compromiso aun mayor. 

El trabajo no fue tan corto en el segundo momento, ya que sí había que limpiar una cantidad similar al primer día, de modo que incluso nos terminamos quedando un poco de tiempo más que el previsto; algo que sin embargo no me molestó, porque una vez más, me pareció agradable el sentir que estaba haciendo algo por ayudar a una causa que apoyo. 

Una vez más, nuestro trabajo fue absolutamente colaborativo; mi compañera y yo nos turnamos asignando distintas labores con cada carril por limpiar. Así, en un momento una de nosotras esparcía la lejía mientras otra escobillaba, y después íbamos rotando. De este modo nos aseguramos que cada una tuviera una carga de trabajo justa y equitativa.