Proyecto Integrado - Día 1

¡Este día marca el comienzo de nuestro proyecto integrado a la ciudad de Pucallpa! En lo personal, he visitado Pucallpa varias veces a lo largo de mi vida, puesto que un lado de mi familia es originario de allá, lo cual contribuyó a que estuviera desde un inicio más emocionada para el viaje, puesto que estaba expectante en cuanto a conocer nuevas ubicaciones en un lugar que ya he visitado junto con un grupo nuevo de personas también (mis compañeros de clase). 


Siento que una dificultad mayor que podía ser vista en todos desde el comienzo del viaje fue un cansancio general en todos, puesto que en el fin de semana anterior a nuestra partida había habido entregas de trabajos; y como nuestro vuelo despegaba en la madrugada, muchas personas (incluyéndome) llegaban al aeropuerto sin haber tenido horas de sueño suficientes la noche anterior. Una vez allí, yo misma pude sentirme distraída y aletargada, algo que estaba demostrando ser un problema pues no me permitía recolectar tantas evidencias de llegado al aeropuerto como me hubiera gustado; decidí dormir en el avión para ganar un par de horas de sueño más, ya que de verdad no quería que mi cansancio representara un impedimento apenas llegar al lugar de la primera actividad de nuestro proyecto integrado. 


Las cosas cambiaron apenas aterrizamos en la ciudad. Sí conseguí dormir en el avión, lo cual, combinado con el sol y calor que hace en Pucallpa de manera natural, me quitó gran parte del cansancio. Esto ocasionó en mí un sentimiento de alivio tan grande que generó una emoción y disposición muy grandes de mi parte para el trabajo: mi actitud había cambiado por completo y yo estaba muy feliz por ello. No hubo grandes complicaciones en el aeropuerto de Pucallpa, llegamos con normalidad, aunque algo recalcable es cómo pude percibir que el grupo estaba evidenciando poner en práctica CAS de una vez, mediante el trabajo en equipo, puesto que a alguien se le ocurrió que para pasar el recojo de maletas más rápido, lo ideal sería bajar todas las maletas con la cinta celeste que nos identificaba apenas aparecieran, y una vez en el suelo ya cada uno podría seleccionar la suya; gracias a aquella iniciativa, pudimos pasar de manera veloz, para dirigirnos al hotel de una vez.

Una vez llegados al hotel y tras haber dejado allí nuestras cosas en orden, salimos a realizar la primera actividad planificada para el día de hoy: siembro de plantas en una avenida de la ciudad. Frente a esta actividad, yo me encontraba muy emocionada, por  la motivación personal que me acompañaba, pues sembrar un árbol era algo que yo siempre había deseado hacer pero nunca había tenido la oportunidad. Nos dividieron en pequeños  grupos de cuatro integrantes cada uno, para que nos apoyáramos entre todos y podamos plantar más efectivamente. Así fue como comenzamos; en el caso de mi grupo, cada uno tomo una planta y la sembró por su cuenta, y allí fue donde pude ver que surgió la primera dificultad en el trabajo: en mí caso, sentí que mi avance con la primera plata fue demasiado lento, tras ponerme a pensar a qué podría haberse debido esto, me di cuenta que estaba cometiendo varios errores. Sembrar una de estas plantas era un proceso que consistía en seleccionar las cuatro ramas más bonitas de la planta y arrancarle las demás, y colocarla en un hoyo cavado en la tierra, para después cubrir con tierra sus raíces. Sembré mi primera planta en un hoyo con una profundidad mucho mayor a la necesaria, de modo que me demoré mucho tiempo en cubrirla con tierra. Debido a esto, no solo terminé ensuciándome mucho más de lo necesario debido a la cantidad de tierra que fue necesaria manipular, también terminé cansada y con un avance mucho menor al de mis compañeros, pues mientras la mayoría ya iba dos o tres plantas, yo únicamente había plantado una. Me di cuenta en ese momento que debía optimizar mi ritmo de trabajo, por lo que decidí tomar ciertas medidas al respecto; en primer lugar, pude observar que muchos de mis otros compañeros colocaban primero un bloque de la tierra más dura de su montículo, y la colocaban como base para poner la planta encima, y que no dedicaban mucho tiempo a compactar la tierra, algo que yo sí había hecho. Pero principalmente vi que los otros grupos estaban sembrando sus plantas de a varios en conjunto, incluso en mi grupo dos de nuestros cuatro integrantes habían comenzado a trabajar juntos. Decidí entonces unirme a trabajar con la cuarta integrante de nuestro grupo, quien también estaba por su cuenta, para sembrar un par de plantas que todavía faltaban. Trabajar en equipo me permitió darme cuenta que esta actividad no era tan complicada como originalmente me había parecido, solo que al hacerlo sola me resultó más costoso de lo que debería; asimismo, tener apoyo hizo que sintiera esta actividad como algo divertido en vez de verla simplemente como una labor que debía ser cumplida. 

Creímos que al momento de sembrar la última planta había acabado la actividad, pero no fue así. Uno de mis compañeros se percató que una de las plantas había sido enterrada mucho más profundo de lo que necesitaba, de modo que gran parte de su tallo e incluso algunas de sus hojas estaban bajo tierra también. Era evidente que si no encontrábamos una ubicación nueva para la planta pronto, iba a morir. Así, un grupo de compañeros nos dimos a la labor de desenterrar aquella planta, y transportarla a un nuevo hoyo, el cual había quedado vacío. Nos aseguramos de tener el mayor cuidado posible con las raíces de la planta, para asegurarnos de no herirla accidentalmente. Asimismo, nos aseguramos de colocarla en el hoyo con una cantidad suficiente de tierra ya colocada para que todas sus hojas queden por encima y no se asfixien. Al ser un conjunto de varios, el trabajo resultó en realidad bastante sencillo, y me llenó una gran satisfacción el sentir que ayudamos a esa planta a vivir.

Posteriormente, pasamos al segundo momento planeado del día. Realizamos una breve visita a un pequeño conservatorio natural de la ciudad. En lo personal, estaba muy emocionada por este momento del día, ya que personalmente tengo un aprecio muy fuerte hacia la vida animal, de modo que ya esperaba encontrar este momento ameno. Sin embargo, aquello que no esperé fue encontrar en este momento una experiencia de aprendizaje, puesto que muchas de las especies animales que pude presenciar eran desconocidas para mí. Esto no fue lo único que pude aprender con esta experiencia, sino que me quedé sorprendida con las características de ciertos animales de los cuales conocía pero nunca había tenido la oportunidad de ver de cerca. Me encantó ver el amor por la naturaleza que se expresa en este lugar, pues queda en evidencia la intención de cuidar la fauna del lugar para poder preservarla. 

En aquella misma pequeña reserva, existía una zona de exposición de distintas culturas nativas de la selva peruana, que presentaba una breve historia de la cultura, descripciones simples de sus actividades económicas, y distintas representaciones artísticas propias. Aquello que encontré más interesante de todo fue la interesante explicación que nos dieron con respecto a la representación de su cosmovisión y cómo la misma es incluida en su arte; primeramente, nos hablaron que el estilo de arte X se trata de representaciones artísticas realizadas en base a lo que los chamanes de la comunidad ven tras haber consumido plantas alucinógenas, asociar las imágenes que estaba viendo en los muros del lugar con visiones que alguien tuvo en un momento de alucinación me pareció altamente interesante. Se nos habló también de la imagen que se tiene en las culturas selváticas de las serpientes como seres rodeado de cierta divinidad, y que por esa razón podemos verlas usualmente representadas en pinturas tradicionales de las culturas amazónicas. Quedé impresionada por el esfuerzo e importancia de las manifestaciones de la creatividad de otras culturas, puesto que no es algo que usualmente me haya preguntado. Asimismo, me pareció muy interesante también aprender acerca del intercambio intercultural que existe en las manifestaciones de estas culturas, ya que se nos habló de como, a pesar que su textilería sigue siendo en gran medida tradicional, hacen uso de materiales que consiguen realizando comercio con las urbes, como sería el hilo de nylon. Aquello pudo demostrarme como el contacto entre realidades completamente diferentes puede traer beneficios en un plano económico para ambas partes, aprendizaje que considero muy útil tener en un mundo globalizado como en el que vivimos actualmente.

Finalmente, la tercera y última actividad planificada para el día se trató de participar en la conferencia llevado a cabo en la Cámara de Comercio de Ucayali, el cual había representado uno de los momentos con mayor expectativa desde el momento de nuestra planificación del proyecto integrado. La temática central de la charla fueron las oportunidades de desarrollo sostenible en el departamento de Ucayali; específicamente, se hablo de las limitaciones para el mismo que existen (inseguridad, corrupción, deficiencias en la educación pública; pero sobre todo la probreza, en especial en los pueblos con menores vías de comunicación a lugares urbanos, como el pueblo yorúa) y cómo se está organizando una cumbre de empresarios privados, con la intención de promover la inversión en el distrito de Ucayali, dando énfasis a la producción alimenticia de café y otras plantas originarias de la Amazonía, y al ecoturismo. Las preguntas que surgieron por parte de mis compañeros (y por parte de mí misma) fueron interesantes y se prestaron para abrir gran discusión. Como grupo, nos sorprendió gratamente que el departamento de Ucayali ya haya tomado cartas en el asunto con respecto a la crisis medioambiental, algo con lo cual no contábamos. Lo único negativo de la charla fue que la comisión que había preparado una exposición por nuestra parte no pudo salir al frente debido al malentendido que existió, puesto que el momento no se trató de un conversatorio como tal, como habíamos pensado, sino una exposición con preguntas al final. 

El día acabó con una reflexión final llevada a cabo esa noche en una sala de conferencias del hotel, donde discutimos acerca de lo que aprendimos en el día. Todos estuvimos de acuerdo en que la actitud principal visible en todos a lo largo de la jornada fue un gran compromiso con el avance de este proyecto que estábamos comenzando, y una perseverancia en todas las labores que llevamos a cabo.

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